lunes, 25 de noviembre de 2013

Hablar "balleno" a los bebés. ¿Por qué?

Vaya título para una entrada, pensaréis... Pero todo viene a raíz del libro Pídeme lo que quieras o déjame de Megan Maxwell y a que he tenido mucho tiempo para pensar en entradas nuevas pero bueno, prefiero que os quedéis a leerlo y que opinéis a ver que os parece.

A raíz del libro de Pídeme lo que quieras o déjame que leí este verano me vino a la cabeza una pequeña cosa que estudié en mi carrera de Magisterio de Educación Infantil. Primero os pongo en situación escribiendo un pequeño extracto:

"[...] es que está muuu gochita, ¿verdaddd? ¿Verdad que sí, cochita potitaaaaaaa? [...] Holaaaa ceporritaaaaaaa... ay que me la como toda todita a esta niña tan potitaaaaaaaa [...]"
Y hay más momentos donde se repiten este tipo de conversaciones con un bebé recién nacido. Pero esta forma de hablar que tenemos los humanos a los bebés tiene su lógica y es algo que no aprendemos en ningun momento de nuestra vida, pero es intuitivo y podría formar parte del conocido instinto maternal o paternal.


A ese tipo de habla que habéis podido leer en el extracto del libro se le denomina como el habla materna o maternal y es un fenómeno universal que se da en todas las lenguas y en cualquier humano. Es esa forma tan peculiar que tenemos de hablarles a los bebés, muy simplificada, con frases cortas, vocalizando mucho (como una ballena), exageramos la entonación y se le habla lento con pausas continuas y largas. El vocabulario es muy sencillo, repetitivo y redundante, se le hacen continuamente preguntas y en el caso del castellano, se usan muchos diminutivos

Al final, el habla materna es un monólogo pausado ya que el único que habla es el adulto pero instintivamente le damos un espacio para poder responder aunque sepamos que no lo hará pero es una característica muy importante del aprendizaje y la adquisión del habla porque se le facilita al bebé la comprensión y en un futuro hace que se estimule el lenguaje y adquiera poco a poco competencias lingüísticas.



Increíble, ¿verdad? Así es el humano, algo que nunca ha aprendido y nadie la ha dicho pero que hace instintivamente para el bebé y es algo que se da en prácticamente todas las lenguas. A mí me pareció curioso cuando lo leí en el libro y no sé si Megan Maxwell lo sabrá pero me gusto muchísimo encontrarme con eso y poder hacer un análisis de algo que estudié.


Entrada cortita pero que desde el verano quería escribir y ahora por supuesto me gustaría que me dejarais comentarios para ver que os parecido y si os gustaría entradas de este tipo, con cosas que he estudiado aunque no sea madre.


Espero con todo el corazón que os haya gustado. Hasta la próxima.


Un beso.






2 comentarios:

  1. ¡Hola!

    me ha parecido muy interesante tu entrada, siempre es bueno aprender algo nuevo. Y el extracto que has puesto ... lo típico que le digo yo cuando me encuentro con un niño/a jajajajajajajajajaja

    Gracias por la entradas guapa!

    Saludos

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  2. Ufff... yo odio hablar así a los niños!!! (se ve que la película de "mira quien habla" me dejó huella) pero siempre he creido que ellos piensan "mira ésta por qué me habla así" jajajajaja
    Asi que desde siempre he hablado a los bebés y/o niños normal, incluso a mi hijo... vale que no les digo palabros raros, uso un lenguaje muy simple pero siempre hablado como con una persona adulta :D

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